La Gruta de la Virgen...














La vulva es la fachada sensible y barroca de la vagina. El pubis o Monte de Venus es la frente altiva donde el clítoris sobresale cual mascarón de proa, aunque a veces se oculta, fingiendo ser el botón de orquidea de los labios menores. La vulva es definida como frontispicio divino y sacrílego, por los labios mayores, que una vez le hablaron y le cantaron a la diosa Deméter, para que no estuviera tan triste.

La vagina es un canal de paredes rosadas como las rosas, húmedas y cálidas. Lubricadas y calientes. Su nombre significa “vaina”, como la guarida donde duerme la espada.

La vulva tiene tantos nombres que debería haber un diccionario sólo para ella. La llaman cuca, coño, cucaracha, panocha, cocolla, pepitona, papo, totona, morrocoy, chocha, argolla, cajeta, cachucha, cresta, sapo, cuchara, zorra, zapato, chorito, cueva, garage, chucha, conejito, gato, sobaquiña, golpe de ala, buseta, almeja, toto, concha, cosota, mercado, bizcocho, bizcochito, peluche, peluchonga, bicho, sonrisa vertical, la innombrada, la pelúa y la pelona.

Cuando es pequeña puerta, deja entrar, con emoción, alegría y angustias, la semilla del eterno presente, el origen de todo. Al convertirse en portón, deja salir a la mujer y al hombre que repetirán el ritual de la vida. Miles de millones de seres se han filtrado hacia la luz a través de su grieta; genios y malandrines, diosas y taradas, asesinos y asesinados, tiranos y adulantes, malditos y benditos, esclavistas y esclavos, santos y pecadores.

Aquí, en este lugar donde se revuelven el paraíso, el infierno y el purgatorio; aquí, en esta dimensión alucinante donde se juntan el vivir y el morir en un baile infinito, estuvieron, están y estarán todos los seres humanos que atraviesan ese portal.

Nelson Garrido: shamán ensalmador de asombros
José Pulido

Making off serie La Gruta de la Virgen... (Fotografía Laura Silva) todas llas fotos AQUI